viernes, 13 de mayo de 2011

Mis manos


Como blancas mariposas
a posar tu frente vienen
y te dan besos de niño
columpiándose en tus sienes

En los montes de tus pechos
son dos cuadrillas ardientes
que trabajan y se esfuerzan
sin alimento y sin sueldo

Mis manos te pueden decir
cosas que calla mi boca
Mis manos, cisnes de marfil,
rielando en tu noche loca

En las playas de tu vientre
son dos muñones anclados
esperando la marea
que los lleve al otro lado

En la estepa de tus muslos
son la legión de cosacos
a caballo galopando
y entrando por todo a saco

Mis manos te pueden decir
vosas que calla mi boca
mis manos, cisnes de marfil,
rielando en tu noche loca

En la selva de tu Venus
son una medusa hiriente
con lenguas de cien venenos
cabellos iridiscentes
descansan por fin al menos
en tus talones cansados
ejerciendo de meandros
en el río de mis sueños

Mis manos te pueden decir
cosas que calla mi boca
Mis manos, cisnes de marfil,
rielando en tu noche loca

Letra de una canción de Tam Tam Go, adaptación de un poema de Chicho Campillo, el padre de Javier y Nacho, una persona muy interesante que tuve el placer de conocer en una jornada de grabación del disco “Nubes y Claros” cuando mis manos se dedicaban a tocar botones, y los tocaban con una suavidad que hoy en día no consigo, claro que los botones de hoy en día son ratones y es mas difícil tocarlos con suavidad.

Mis manos, siempre pensé que mis manos eran torpes, solo sabían mover botones de un lado para otro, diferentes posiciones para diferentes sonidos y no se me daba mal, pero las manos eran una prolongación de los oídos, aunque siempre había que tener mano, pero en realidad creaban los oídos, mis manos se sintieron muy identificadas cuando grabamos, tenia razón la canción mis manos no eran tan inútiles, sabían llegar dentro de un alma atravesando la piel, pero para el resto de las cosas eran una calamidad.

¿Por que esas diferencias?, por la paciencia y por el amor, no tenia paciencia ni ponia amor a la hora de hacer las cosas, a mis 35 años acabo de descubrir que puedo crear con las manos, aparte de acariciar pieles y acariciar botones he descubierto que puedo crear cosas con madera, cosas que hace tiempo me hubieran parecido imposibles, no por que lo que haya hecho sea espectacular sino porque antes no hacia nada.

Podemos hacer lo que queramos solo se tiene que aprender, y sobre todo poner paciencia y amor, acariciando la madera he comprendido muchas cosas, acariciando la madera he creado, acariciando la madera he experimentado la paciencia, acariciando la madera he sentido el amor.

Ahora mis manos me piden mas, me piden hundirlas en la tierra, mancharlas de barro, oscurecer las uñas llenándolas de tierra, traspasar la tierra y llegar a su alma, seguir comprendiendo, seguir amando.

Y se lo daré, pienso dar a mis manos muchas satisfacciones.

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