Deseo.
Los
deseos se encuentran en los lugares mas insospechados, encontré el mío donde no
lo esperaba, tenia una pequeña bruja en forma de princesa encima, algo me dijo
que era mi Deseo.
Volvió
a aparecer, me inundo de sal y pimienta, me sonreía, avivaba mi fuego.
Iba
y venia hasta que decidió quedarse, y el fuego rompió a arder impulsivamente.
Dentro
del deseo de otros, ardí y ardí y volví a arder junto con mi Deseo, de todos
los deseos fuimos los Deseos más alegres, los más guapos, los más sexys.
El
Deseo se proyecto, el Deseo se hacia realidad, el Deseo me enseño otras cosas
que para mí eran difíciles, el Deseo era alegre, el Deseo era ardiente, el
Deseo eran unos ojos tímidos que pedían mucho que ofrecían todo.
Los
deseos van y vienen, los deseos son infinitos, los deseos son maravillosos, los
deseos son caprichosos, los deseos son aventuras, los deseos son pasiones, los
deseos son lo que queramos, los deseos crecen, los deseos se desvanecen, los
deseos resurgen, los deseos quieren guerra.
Mi
Deseo se desinflo, cuando los deseos de desinflan perdemos las razones nunca
encontradas, pero cuando un deseo de desinfla solo hay que volver a soplar.
A
veces cuesta darse cuenta que el Deseo se esta desinflando, cegado por la
vorágine mundial, estatal, local y personal, deje a mi Deseo desinflarse,
entonces las tripas se revolvieron, para recordarme que hay que estar mas
atento de los deseos y no dejar que se abatan.
Las
tripas retorcidas me dieron la fuerza, para soplar el Deseo, no para que se
vaya, sino para que se haga más fuerte, más grande, más libre, a los deseos hay
que darles rienda suelta, seguirlos, porque ellos nos llevaran al camino
encontrado.
Los
deseos se cumplen si uno quiere, solo tiene que estar atento, no me volveré a
dejar cegar ni por el mundo alrededor, ni por el mundo interior, y estaré
atento al Deseo para soplarlo cuando lo necesite, para que crezca, para dar
oxigeno al fuego, volverán las llamas al Deseo y en eso momento multiplicare
por dos.
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